Gumersindo Ruiz, Consejero de Euroval, para el número de octubre de Metros2

 

Dos aspectos pueden destacarse de la actividad en el mercado inmobiliario. Uno, que las operaciones inmobiliarias de compraventas se mantienen en conjunto a niveles relativamente altos, siguiendo la tendencia anterior a la crisis sanitaria. Oficinas, logística, comercio, son aproximadamente el 70% de estas operaciones, y al alza, mencionándose la logística como actividad de inversión de referencia. Los activos de vivienda y residencias son el otro 30%, y tienen caídas respecto al año pasado. Dos tercios de las operaciones son por fondos de inversión, principalmente extranjeros, y hay que tener en cuenta que operaciones singulares pueden mover los datos al alza o a la baja. El otro aspecto es la construcción, que, en el caso más significativo de la vivienda presenta transacciones de vivienda usada elevadas, pero la vivienda nueva (15% del total) permanece en el entorno de las 100.000 viviendas iniciadas, estimado para el conjunto de 2022, ralentizándose la terminadas a unas 80.000 viviendas. En general pueden estar anticipándose operaciones financiadas ante expectativas de aumentos de tipos de interés; y por otra parte, el efecto más significativo sobre el sector inmobiliario en todos los subsectores es la ralentización del crecimiento y el empleo asociados con el impacto energético, y una política monetaria y fiscal restrictivas, más que la inflación y el tipo de interés en sí.

 

 

Artículo publicado en el número 329 de Metros2