El miedo a alquilar nuestra vivienda y que después se convierta en un impago del alquiler por parte del inquilino es grande. A nadie le gusta tener un okupa en casa. La situación actual además hace que las posibilidades de que eso ocurra sean altas: mayor paro, menores ingresos… son la mezcla peligrosa. Por eso hoy te explicamos cómo alquilar un piso de forma segura y con todas las garantías legales.

Te contamos todo lo que necesitas saber para poder alquilar tu piso de manera segura y con toda la tranquilidad de atenerte a la legislación actual.

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¿Cómo alquilar un piso de forma segura?

Lo primero y obvio que debes saber es que para hacer un alquiler legal tiene que haber un contrato de por medio. Un contrato que incluya todos los datos de las partes además de las condiciones bien claras y sin ambigüedades.
Pero a la par de redactar bien dicho contrato de alquiler lo principal es tener la seguridad de que la persona a la que vas a alquilar tu vivienda es solvente económicamente. Esta medida te ahorrará muchas sorpresas y sustos inesperados.
Una vez tengas clara la solvencia y tengas un contrato de alquiler bien redactado y detallado aún hay más opciones para tener una mayor tranquilidad.
La opción más recomendable es contratar un seguro de alquiler. Este tipo de seguros responden por ti en caso de impago de una mensualidad. Con estos tres elementos ya si puedes dormir tranquilo y con la certeza de que tienes las espaldas cubiertas.

Alquila tu piso de manera segura

Si decides alquilar tu vivienda lo importante es tener claro que hay tres formas, en función de la que elijas deberás tener unas cosas en cuenta:

  • Alquilar por tu cuenta. Tu te lo preparas todo, ver la solvencia de tu futuro inquilino, redactar el contrato de alquiler (no es recomendable descargar un modelo de internet sin más), etc. Es, sin duda, la opción más costosa para ti al menos en tiempo y quizás la menos segura. Al no contar con el asesoramiento y respaldo de una entidad con experiencia las posibilidades de que algo no se haga bien son más altas.
  • Alquilar a través de una agencia inmobiliaria. Es una de las opciones más seguras si lo haces con una agencia debidamente acreditada y con experiencia. Estas agencias ya han hecho el mismo trámite muchas veces y conocen la legislación vigente por lo que tanto los trámites como el modelo de contrato de alquiler van a hacerse más rápidos y con mayor calidad.
  • Alquilar a través de un organismo público oficial. Las Comunidades Autónomas y muchos ayuntamientos disponen de algún organismo que ayuda y asesora a la hora de alquilar la vivienda. Esto tiene bastantes ventajas que pasamos a contarte.

Ventajas de alquilar con un organismo público

Si bien es cierto que estos organismos suelen tener algunas condiciones son una opción muy recomendable para alquilar. La mayoría de ellas establecen un tope en el precio del alquiler, por ejemplo, con el objeto de regular los precios en su zona de actuación. Aún así las ventajas de este tipo de alquiler son grandes:

  • Ayuda y asesoría para elaborar el contrato, con la garantía de que se ceñirán a la legislación vigente y el modelo estará sobradamente comprobado por departamentos legales.
  • Ayuda en la tramitación de ciertos documentos legales como la cédula de habitabilidad o el certificado de eficiencia energética, por ejemplo.
  • Garantía de cobro de rentas. De esta manera en caso de un impago del alquiler por parte del inquilino el organismo público responde y hace las reclamaciones necesarias.
  • Posible gestión y acceso a ayudas de carácter público para rehabilitación o reparaciones.
  • Estos organismos públicos oficiales, en muchos casos, incluso tienen un servicio de búsqueda de inquilinos. De esta manera no sólo te da la tranquilidad de no tener que buscarlo tú. Además de eso, como norma general, esas personas ya han probado su solvencia económica al inscribirse a dichos servicios.

Requisitos para alquilar tu piso

Poder incorporar tu vivienda a un servicio de alquiler de un organismo o administración público deberás cumplir ciertas condiciones.
Cada organismo establece las suyas propias que pueden ser de distinta índole. En cualquier caso estas son las que suelen ser generales en cualquiera de estos servicios:

  • Cédula de habitabilidad. Es el documento legal que demuestra que la vivienda está en condiciones de ser habitada y por lo tanto se puede alquilar.
  • Licencia de primera ocupación. Suele ser un sustituto de la cédula anterior, depende de cada organismo.
  • Certificado de eficiencia energética. Este documento es obligatorio desde el 2013. En él se refleja el consumo energético y la emisión de CO2 de la vivienda y refleja el resultado en una escala de A a G siendo A la más eficiente y G el grado más bajo.
  • Documentación que acredite la titularidad de la vivienda. Obviamente es necesario que se demuestre que la vivienda a alquilar es propiedad de quien quiere alquilarla. Sólo así se evitan posibles estafas y fraudes. Para ello normalmente se solicitan las escrituras de la vivienda, recibos de algún suministros o los justificantes del pago del IBI como forma de garantizar dicha titularidad.
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Alquila tu vivienda con un profesional

Los trámites para poder alquilar tu vivienda con todas las garantías legales no son muchos pero sí es necesario que estén bien hechos. Los riesgos de no hacer las cosas bien pueden ser: cometer alguna ilegalidad y no tener las garantías de no sufrir un impago.

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