Entrevista de nuestro CEO Ignacio Amirola para Metros² haciendo un balance de este año 2024 y analizando algunas perspectivas de futuro
El año 2024 ha sido un período clave para el mercado inmobiliario, marcado por una serie de altibajos que reflejan la complejidad y las incertidumbres que caracterizan a este sector. Desde los cambios en las tasas de interés hasta la evolución de la demanda, el sector ha experimentado transformaciones importantes.
Balance de 2024 – Lo Mejor y lo Peor del Año
Recuperación de la Confianza del Consumidor
Uno de los aspectos más positivos de 2024 ha sido la recuperación de la confianza de los compradores y la mejora en la percepción del mercado, el mercado inmobiliario ha logrado estabilizarse, principalmente debido a una ligera disminución de las tasas de interés. Esto ha permitido que muchos potenciales compradores, que estaban a la espera de condiciones más favorables, retomen sus proyectos de inversión.
En el residencial, se han mostrado señales de fortaleza, especialmente en zonas donde la demanda de vivienda sigue siendo alta. La venta de viviendas en el mercado secundario ha crecido, aunque a un ritmo moderado, lo que es indicativo de la fortaleza de la demanda, y que no es algo coyuntural.
Desequilibrio oferta-demanda y elevados tipos de interés
Como anticipábamos, el ejercicio 2024 ha sido un buen ejercicio para la economía en general y el mercado inmobiliario en particular, si bien es cierto que nos estamos enfrentando a varios desafíos que es importante que se aborden.
Por un lado, el desequilibrio entre la oferta y demanda de vivienda. Es evidente que en nuestro país hay un déficit importante de generación de suelo y de construcción de nuevas viviendas. Algunos estudios estiman ese déficit en alrededor del 50% de los visados que realmente serían necesarios para equilibrar la balanza, especialmente en Madrid, Cataluña y zonas de costa.
Por otro, las altas tasas de interés han encarecido la financiación, afectando principalmente a la vivienda usada, y por tanto dificultando el acceso a la vivienda y tensionando, asimismo, el mercado de alquiler.
Perspectivas para 2025: ¿Qué nos depara el futuro?
Las perspectivas son positivas, aunque debemos mencionar algunos matices. Se espera que el Euríbor, continúe descendiendo gradualmente, alcanzando niveles de entre el 2% y el 2,5%, esto beneficiará tanto a los hipotecados actuales, con cuotas más bajas, como a nuevos compradores, al hacer más accesibles las hipotecas. Este entorno favorece un aumento de la demanda hipotecaria, especialmente entre los jóvenes y compradores de primera vivienda.
Es importante señalar no solo la fortaleza de la economía española y de la Unión Europea en su conjunto, sino que adicionalmente a la bajada de tipos de interés hay una verdadera concienciación en nuestro país de que se debe impulsar el mercado de la vivienda con la generación de suelo y el inicio de nuevas promociones. Creemos que este es el camino para que poco a poco vuelva a conseguirse un mayor equilibrio entre oferta y demanda de vivienda.
Los segmentos que serán protagonistas en 2025
En cuanto a los segmentos de mercado que dominarán 2025 creemos que los protagonistas continuarán siendo las tasaciones ECO y las realizadas para activos adjudicados de las entidades financieras.
Creemos que viviremos un ligero incremento en el número de hipotecas constituidas debido a la senda descendiente de los tipos de interés. En esa línea, se verán más beneficiadas las Viviendas Sostenibles y Eficientes Energéticamente. Como hemos mencionado, a medida que crece la conciencia ambiental y las regulaciones gubernamentales en cuanto a la sostenibilidad, los proyectos que ofrezcan soluciones ecológicas, como paneles solares, aislamiento avanzado y eficiencia energética, serán cada vez más demandados. Los compradores de viviendas se están inclinando por opciones que les permitan reducir su huella de carbono y, al mismo tiempo, ahorrar en costos de energía, todo esto además parte de beneficios en financiación que favorecen este tipo de inversiones.
Por otro lado, la baja morosidad unida a la reducción de carteras de inmuebles adjudicados por parte de las entidades financieras creemos que provocará una ligera disminución de las tasaciones realizadas para los activos de balance de los bancos.