La cédula de habitabilidad es un documento administrativo que acredita que un domicilio ofrece las condiciones básicas mínimas para poder vivir en su interior. Estas condiciones recogen tanto los requisitos técnicos que debe cumplir la edificación, como unas exigencias higiénicas y sanitarias mínimas.

 

El Ministerio de Fomento del Gobierno de España define la cédula de habitabilidad como el documento oficial que certifica la legalidad de la vivienda.

 

Esta licencia de habitabilidad no excluye que puedan realizarse otro tipo de actividades dentro de la vivienda, que no sean vivir en ella, pudiendo solicitar las debidas autorizaciones a la administración pública que corresponda.

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¿Para qué sirve?

El objetivo de la cédula de habitabilidad es garantizar que en la casa se puede entrar a vivir en cualquier momento, por cumplir las exigencias legales de salubridad, higiene y solidez de toda la estructura edificada.

 

Una vez obtenida la cédula de habitabilidad, y no antes, podremos solicitar el alta en los suministros básicos de luz, agua y gas.

 

Además, en el supuesto de querer vender o alquilar la vivienda, es imprescindible tener este documento administrativo que demuestra que la casa es habitable.

 

¿Cuándo la necesito?

 

Salvo excepciones, todas las viviendas debe disponer de su cédula de habitabilidad y/o licencia de primera ocupación. Sin este documento no podremos dar de alta los servicios de luz, agua y gas en la casa. Tampoco podríamos vender o alquilar la vivienda hasta no conseguir la cédula.

 

En ocasiones, aunque no en todos los casos, la cédula de habitabilidad puede ser exigida por la administración pública para el reagrupamiento de familiares extranjeros. También las entidades bancarias, para otorgar el préstamos de una hipoteca, pueden exigir el documento legal acreditativo.

 

¿Es obligatoria la cedula de habitabilidad para vender un piso?

 

Sí. Para poder vender un piso, un apartamento, un chalet o cualquier tipo de vivienda, es imprescindible adjuntar la cédula de habitabilidad. En caso de no tener este documento, ni podremos vender, ni tampoco alquilar, la construcción.

 

¿Es lo mismo la cédula definitiva que la cédula de habitabilidad?

 

No, no son lo mismo. La cédula definitiva, o calificación definitiva, o cédula de calificación definitiva, es el documento administrativo que certifica, una vez terminadas las obras por parte del constructor, que la edificación cumple con las condiciones legales que se exigen para ser considera vivienda de protección oficial.

 

Antes de la cédula definitiva se emite la calificación provisional, que tiene su vigencia durante el periodo que transcurren las obras.

 

Tampoco el certificado de habitabilidad es exactamente lo mismo que la cédula de habitabilidad.

 

El certificado de habitabilidad es un documento elaborado por un arquitecto, o un arquitecto técnico, después de visitar el inmueble y recopilar toda la información que se exige para habitar la construcción. En cambio la cédula de habitabilidad es el documento definitivo que emite el ayuntamiento de la localidad donde se ubica la vivienda.

 

Para que el Ayuntamiento nos expida el documento legal de habitabilidad, es necesario que previamente le hayamos hecho llegar el certificado de habitabilidad, entre otra información, y en particular el justificante de haber pagado las tasas municipales correspondientes.

 

Normativa que regula las cédulas de habitabilidad

 

La competencia legal para regular las cédulas de habitabilidad está transferida a las comunidades autónomas (CCAA). Son estas entidades responsables.

 

Por ejemplo, la cédula de habitabilidad en Cataluña está regulada por el Decreto 141/2012 del 30 de Octubre. En cambio, en otras CCAA como Aragón o Castilla La Mancha, el documento administrativo ha sido derogado parcial o totalmente, con el interés para favorecer el acceso a la vivienda y, al mismo tiempo, simplificar los trámites burocráticos.

 

En la Comunidad Valenciana la cédula de habitabilidad se nombra como “licencia de segunda ocupación“. Pero su cometido sigue siendo el mismo: garantizar que se cumplen las condiciones mínimas para vivir en el interior de la casa.

 

Todo documento de cédula de habitabilidad debe mostrar los siguientes datos:

 

  • Dirección completa y ubicación de la vivienda.
  • Superficie útil de la vivienda, en metros cuadrados.
  • Número de habitaciones y espacios que configuran el interior de la vivienda.
  • Umbral máximo de ocupación. Cuántas personas podrían habitar en la vivienda cumpliendo la normativa.

La identidad del técnico profesional que ha elaborado el certificado legal.

 

Tipos de cédulas de habitabilidad

Los tipos de cédula de habitabilidad se diferencian por su ocupación:

  • Cédula de habitabilidad de primera ocupación. Es la licencia de habitabilidad que entrega la administración local, el Ayuntamiento, al promotor del inmueble.
  • Cédula de habitabilidad de primera ocupación por rehabilitación. Esta cédula de habitabilidad se concede cuando se ha realizado una reforma considerable sobre la vivienda.
  • Cédula de habitabilidad de segunda ocupación. En este caso se otorga a las viviendas construidas que ya hubieran sido habitadas anteriormente.