En esta nueva edición de Inmocoyuntura tratamos tres aspectos del mercado de la vivienda. Primero analizamos las relaciones entre transacciones y precios, distinguiendo entre vivienda nueva y usada, al ser dos mercados que ajustan de manera diferente; en el mercado de vivienda nueva las transacciones se mantienen a un nivel relativamente bajo, con precios altos; en el de vivienda usada se dan ajustes moderados de precios que permiten niveles elevados de compraventas. A partir de estas combinaciones de precios, transacciones, viviendas nuevas y usadas y de las diferencias y similitudes de cada comunidad autónoma con el comportamiento medio del mercado nacional, resultan patrones que denen la evolución y potencial de los diferentes mercados.
El segundo aspecto que abordamos es el empleo en relación con la vivienda. Aunque no es la única variable explicativa de la demanda, se relaciona estrechamente con el precio de la vivienda. No ocurre lo mismo con las operaciones de compraventa, pero al distinguir por períodos en la serie que tomamos, surgen ideas en torno al papel que puede jugar el empleo en la evolución del mercado, dadas la situación actual y previsible del mercado laboral. Distinguimos también entre vivienda nueva y usada.
En tercer lugar, comparamos la situación actual con la de 2008, y la perspectiva de estos años sobre viviendas iniciadas, terminadas, y la evolución del stock de vivienda disponible para la venta, nos muestra la situación de partida de cada comunidad autónoma, los desequilibrios en cada uno de ellos, la desigual evolución de estas variables de oferta, y los distintos procesos de ajuste seguidos.
La peculiaridad de este año 2020 obliga a ser cautelosos en las proyecciones de las magnitudes inmobiliarias, incorporando la información más reciente y completa de que se disponga, ya que las expectativas sobre el sector son volátiles y cambian según los escenarios con que se trabaja respecto a la pandemia. Aunque la in‑uencia en el precio no se maniesta aún claramente, se posponen operaciones al aparecer incertidumbres sobre las mismas; sin embargo, el sector muestra los fundamentos sólidos de las compañías que en él operan, lo que da conanza para superar las difíciles circunstancias actuales.
Con este ánimo, Euroval y su Instituto de Análisis inmobiliario, esperan que esta edición de Inmocoyuntura sea de utilidad para sus clientes y quiénes tienen interés por el mercado de la vivienda.