Tasación, valoración y peritaje están presentes en casi todas las operaciones inmobiliarias, pero no significan lo mismo. No tienen la misma validez una tasación oficial que una valoración, o no generan el mismo documento un tasador y un perito.

 La RAE, la Real Academia Española, define tasación como «acción y efecto de tasar». Y si buscamos tasar, «fijar oficialmente el precio máximo o mínimo para una mercancía». Si buscamos valoración, la define como «acción y efecto de valorar». Y el verbo valorar, como «señalar el precio de algo». Y por último, de peritaje nos lleva a peritación, «trabajo o estudio que hace un perito». Y un perito es definido por un «experto o entendido en algo».

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Tasación Oficial de tu vivienda

¿Qué es una tasación?

Una tasación inmobiliaria es la valoración del precio de mercado de un bien inmueble en un momento determinado. El informe de valoración está elaborado por un profesional, generalmente un tasador, siguiendo estrictos criterios de quién puede realizar esta valoración y cuál es la metodología a seguir. En España la normativa legal está recogida en la Orden ECO/805/2003, de 27 de marzo, sobre normas de valoración de bienes inmuebles y de determinados derechos para ciertas finalidades financieras.

 Una tasación hipotecaria es la valoración de un inmueble para que esa construcción sea la garantía en un préstamo hipotecario. A través de esta valoración el prestamista, habitualmente una entidad financiera, conoce cuál es el valor del bien que se utiliza como garantía del préstamo hipotecario y cuál es el riesgo comercial que la entidad asume con la operación hipotecaria.

Diferencias entre tasación y valoración

La principal diferencia entre una tasación y una valoración es que la valoración no tiene un valor legal, no sigue un procedimiento regulado por la ley. Una valoración difiere en el manejo de las técnicas de cálculo de valores, que pueden ser objetivos o subjetivos, y obtenerse por métodos más o menos expeditos. La valoración establece el valor orientativo de un inmueble, y es posible acceder a una valoración online para obtener la valoración de tu propiedad inmobiliaria.

Si necesitas una valoración inmobiliaria como referencia, o para establecer un posible precio de compra, puedes recurrir a una valoración subjetiva. En cambio, si el informe de valoración es un documento que necesita un abogado, una entidad bancaria para conceder un préstamo hipotecario o, por ejemplo, Hacienda, es necesario solicitar una tasación inmobiliaria, un documento con efectos legales.

 

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Diferencias entre tasación y peritaje

El peritaje es un documento, habitualmente más extenso que una tasación inmobiliaria, que recoge y explica las razones objetivas por las que un inmueble tiene un determinado valor. Evidentemente, el peritaje debe ser realizado por un perito, un profesional formado y especializado en la materia de análisis. Este experto puede actuar como perito de parte o como perito nombrado por el tribunal o árbitro, con modulación por el perito de la objetividad de su actuación.

La diferencia entre la tasación inmobiliaria y una peritación es que la peritación es totalmente independiente, sin ninguna apreciación subjetiva. Y además, el perito incluye el proceso seguido para llegar a las conclusiones expuestas. Por este motivo este documento suele ser bastante más extenso.

Resumen. ¿Cuándo pedir una tasación, cuándo una valoración y cuándo un peritaje?

Una tasación inmobiliaria fija oficialmente el precio del inmueble, en base a unos criterios objetivos y comunes para todas las tasaciones. Necesitas una tasación, entre otros supuestos, cuando quieras pedir una hipoteca a una entidad bancaria para comprar la propiedad. La ley incluye la exigencia de objetividad a las Sociedades de Tasación.

En cambio, una valoración es una apreciación previa, subjetiva, y sin repercusión legal, sobre el precio de una propiedad. Servirá para tener una primera impresión sobre el posible precio de un inmueble. Y una peritación, algo muy distinto, es una explicación objetiva de porqué un inmueble alcanza un determinado precio, siguiendo sólo criterios técnicos. Se suele recurrir al peritaje cuando existe un desacuerdo, por ejemplo durante un procedimiento judicial.