¿Cómo alquilar un piso?
Te explicamos detalladamente cómo realizar un contrato de alquiler legal con todas las garantías. Si bien muchos aprovechan internet para descargarse un modelo ya preparado no es una práctica aconsejable. La mayoría de las plantillas de contratos de alquiler que se encuentran en la red tienen errores o están desfasados. Por eso te explicamos paso a paso lo que deberías incluir en el contrato.
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¿Qué se necesita para alquilar un piso?
Un contrato de alquiler es un acuerdo legal y por eso son fundamentales incluir una serie de datos. No incluirlo podría dar problemas posteriores, en especial en la comunicación entre arrendador y arrendatario.
Te explicamos detalladamente los datos que debes incluir en el contrato:
- Datos completos de ambas partes intervinientes. Nombre y DNI.
- Datos de contacto de los dos: teléfono y email si lo hay.
- En el caso del arrendatario dirección de su vivienda (no puede ser la misma que la vivienda que está alquilando). A efectos de comunicaciones posteriores entre el arrendador y arrendatario, si no consta dicha dirección puede ser un problema grave.
- Datos de registro de la sociedad arrendataria en el caso de que sea una entidad (agencia inmobiliaria, banco, etc)
- En este último caso también deben incluirse los datos de la persona apoderada con validez legal para firmar dicho contrato de alquiler.
- Los datos del inmueble que se está alquilando: datos del registro, referencia del catastro, ubicación y superficie en metros.
- Duración del contrato, hay que dejar bien claro la duración del contrato. En el caso de contrato de vivienda la duración será de 3 años.
- Plazos de renovación. También es conveniente incluir la forma y plazos para la renovación del contrato pudiéndose fijar por un año.
Redactar el contrato de alquiler
Después de incluir todos los datos anteriores hay que pasar a redactar el contrato de alquiler en sí.
Es fundamental que incluyamos claramente el precio del alquiler y fijar dicho precio como cuantía mensual. Además de eso es importante que quede bien claro en la redacción qué incluye ese precio.
Si va incluida la cuota de la comunidad en el precio final hay que escribirlo claramente.
También hay que dejar bien claro quién es el responsable del pago de las posibles derramas que se produzcan en la comunidad. Lo normal es que sea el arrendador quien se haga cargo de las mismas como norma general.
Además debemos pensar que si el contrato de alquiler va a tener duración de varios años hay que establecer la forma de actualización del precio. Lo mas habitual es incluir una cláusula que fije una revisión anual (al comienzo de año) vinculada al IPC.
Y por último establecer bien claro la forma de pago del alquiler. Incluir si será en metálico, con transferencia bancaria, etc. En el caso de pagarse de otra forma a la establecida en el contrato hay que tener cuidado de que queden pruebas fehacientes del pago: recibí firmado, resguardo de ingreso en cuenta, etc.
Consejos para alquilar un piso
Otra de las dudas habituales a la hora de elaborar el contrato de alquiler es si incluir o no los suministros.
Establecer si el gas, el agua, la luz o internet se incluyen en la cuota mensual de alquiler o quedan fuera.
Esto implica además dos situaciones distintas. Si estos suministros se incluyen en el precio del alquiler esto implica que están a nombre del arrendador. Si, por el contrario, quedan fuera de la cuota, el arrendatario tendrá que dar de alta personalmente dichos suministros.
No hay que olvidar que, en determinados casos, el consumo de agua va incluido en la cuota de la comunidad de vecinos de manera colectiva. Si es así también debe quedar reflejado claramente en el contrato.
Otro elemento fundamental a incluir es la cuestión de las averías y reformas y la forma de gestionar las mismas. No añadirlo al contrato de alquiler puede dar muchos quebraderos de cabeza posteriores tanto para el arrendador como para el arrendatario.
Hay que reflejar claramente si se permiten obras en la vivienda y con que alcance y carácter. No es lo mismo una obra por una avería urgente que una reforma estética, por ejemplo.
Además hay que dejar reflejado claramente cual de las dos partes correrá con el coste de dichas obras por averías.
Un caso parecido es la cuestión de los muebles y electrodomésticos en el caso de que el arrendador proporcione la vivienda con ellos. Hay que establecer quien se encarga de la renovación de los mismos en caso de avería o desgaste de los mismos y por tanto de quien serán propiedad en caso de la compra.
Por último y como apoyo a la cuestión de las averías o los electrodomésticos y muebles, es recomendable incluir fotografías. Un anexo con imágenes del piso actualizadas en el momento de la firma del contrato servirán como referencia y apoyo legal a la hora de
Obligaciones del inquilino en el contrato
Se debería incluir una cláusula en la que queden establecidas las obligaciones del inquilino con respecto a la vivienda. Algunas parecen de sentido común y por eso muchos no las incluyen en el contrato, pero no hacerlo puede dar problemas posteriores.
Entre otras cuestiones se pueden establecer la prohibición de subalquilar la vivienda o algunas habitaciones, no introducir animales peligrosos en el piso. No realizar actividades que pongan en peligro la integridad y tranquilidad del resto de vecinos, etc.
Otro aspecto importante a no olvidar y que debe quedar reflejado en el contrato es la fianza.
Normalmente al habitar una vivienda se establece una fianza pagada por parte del arrendatario. Debe quedar claro para qué es esa fianza y en que casos se devuelve si hay alguna avería o en caso de impago de alguna mensualidad.
Por último, aunque los contratos de alquiler no son obligatorios la elevación a escritura pública. Pero si que puede establecerse la posibilidad de que cualquiera de las partes lo haga si es su deseo.