La avería de las bajantes en los edificios son una de la averías más comunes y habituales en cualquier comunidad de vecinos. Desgaste, atascos, roturas, humedades… son el pan nuestro de cada día, especialmente en edificios con una cierta antigüedad.

Por norma general estas averías son responsabilidad de la propia Comunidad de Vecinos ya que se trata de elementos comunes. El coste de las averías en las bajantes debe correr a cargo de la comunidad o de su seguro comunitario. Eso sí, recalcamos, como norma general es así, pero no siempre.

En ocasiones es responsabilidad del propio vecino y en muchos casos los peritos del seguro de la comunidad así lo comunicarán en la tasación y supervisión del siniestro.
Y cuando la culpa es del vecino, claro está, muchas veces, éstos se niegan a repararlo o a costear la reparación de las bajantes. ¿Qué podemos hacer antes esta situación?

En primer lugar, debemos tener claro qué es una bajante ya que muchas veces hay controversias de si la avería en sí es de la avería. Las bajantes son las tuberías de evacuación de aguas desde el tejado hasta la red de alcantarillado. Por ella baja tanto las aguas de la lluvia desde los tejados como las aguas de residuo de las viviendas.

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¿Qué dice la ley?

La Ley de Propiedad Horizontal española establece que las bajantes son un elemento común y la responsabilidad del mantenimiento de las mismas y la reparación de averías corresponde a la Comunidad de Propietarios.
También es su responsabilidad, por tanto, la reparación de los desperfectos ocasionados a los vecinos por una avería de este tipo. Así lo establece, además, el Código Civil en su artículo 360.
Por eso, como todos sabemos, es preferible prevenir que curar. En especial en los edificios de cierta antigüedad lo recomendable es acometer la sustitución de las tuberías bajantes por un material más moderno y resistente a fin de anticiparse a las averías.

¿Qué hacer si se estropea la bajante?

Identificar el problema es lo primero, para eso hay que ponerse en contacto con un experto en la materia que haga la supervisión correspondiente para ubicar la causa. En muchos casos los seguros de la comunidad si realizan esa supervisión y tasación del problema. Aunque esto no significa que el seguro nos lo repare, en muchos casos, no será así.

Por norma general los seguros cubren la reparación de una avería puntual así como los daños a terceros que se hubieran ocasionado. En cambio si la avería es por un atasco, por ejemplo, no suelen hacerse cargo. Tampoco es habitual que se encarguen de ello si la tubería ya tiene un desgaste por antigüedad y, por ejemplo, se han dado varios partes del mismo tipo.

La reparación de la bajante, ¿Quién la paga?

El coste de la reparación correrá a cargo de la comunidad o de los vecinos, dependerá de donde se ubique la avería o rotura.
Si la avería es en una bajante comunitaria será responsabilidad de la comunidad repararla y pagarla. Esto es la parte de bajante que es común a todos los vecinos.
Sólo en el caso de que la avería en cuestión sea en la parte de la bajante privativa el coste correrá a cargo del vecino. La bajante privativa es aquella rama de bajante que conecta la general con la vivienda particular, generalmente de recorrido mucho menor que la bajante general.

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Evitar atascos y buen mantenimiento: el mejor remedio

Para evitar estas averías lo mejor es prevenir. Y para eso los vecinos deben hacerse responsables de su cuidado. Es tarea de la presidencia de la comunidad de propietarios informar a los vecinos de cosas recomendables a hacer y cosas a evitar.

Muchas de estas roturas y atascos se evitan fácilmente si ningún vecino arroja elementos al desagüe que puedan atascar las tuberías. Máquinas de afeitar, bastoncillos, guantes de latex… Todos esos elementos deberían tirarse al cubo de basura y no por los desagües. Solemos pensar que estos son como aspiradoras industriales que absorben todo y lo destruyen pero no es así.
Otra práctica recomendable es evitar deshacerse por los desagües de elementos químicos. Estos pueden ser pinturas, disolventes, productos desengrasantes e incluso algunos tipos de aceites. Estos productos deben eliminarse en puntos limpios. Aunque pensamos que al ser líquidos estos son eliminados fácilmente lo cierto es que podrían provocar un desgaste del material de las tuberías y una rotura en el presente o en el futuro.